martes, 9 de marzo de 2010

La Catedral de Santiago de Compostela



La catedral de Santiago de Compostela está situada en Galicia (España), en el centro de la provincia de La Coruña.

Fue meta de peregrinación medieval pero además fue una importante vía para la llegada de formas artísticas procedentes de otros países gracias al llamado Camino de Santiago una ruta iniciativa en la que se seguía la estela de la Vía Láctea. Este sigue siendo todavía una ruta alternativa para la peregrinación. Paso a dedicarse al Apóstol Santiago quien hoy en día es el patrón protector de España.

Orígenes

Su construcción se inicia en el año 1075 y finaliza en 1130, aunque en 1105 ya fue consagrada por el obispo Gelmírez. Se tiene constancia de que en ella trabajaron los maestros Roberto, Bernardo y Esteban. Antes de construirse el edificio románico, existía otro prerrománico edificado por Alfonso ll el Casto en el lugar donde unas iluminarias señalaron que se encontraban los restos del apóstol Santiago, este lugar paso a denominarse campus estellae (campo de estrella).
Planta y alzado



La Catedral de Santiago de Compostela consta con una planta de cruz latina. Cumple los requisitos de iglesia de peregrinación .Ya que el edificio consta de tres naves , cortadas perpendicularmente por un crucero (sitio en el que se cruzan la nave central con el transepto) con el mismo número de naves. La cabecera consta de un presbiterio, un ábside y de una girola en donde aparecen cinco absidiolos y otros dos en cada uno de los brazos del crucero. Este sitio permitía a los peregrinos transitar el edificio sin interrumpir el culto que se desarrollaba en el altar principal.

La entrada al edificio consta de un triple acceso que da lugar al nártex y ambos lados una torre campanario. Cada entrada nos lleva a una de las tres naves. De las tres naves la más amplia es la central. Separadas por pilares cruciformes ya que este tiene adosado a su alrededor cuatro columnas que sostienen los arcos formeros de medio punto peraltados. En la parte superior la tribuna, se pueden apreciar dos vanos que coinciden con cada arco formero de la primera planta, las columnas adosadas a los pilares se elevan hacia la segunda planta .Esta cubierta con una bóveda de cañon sobre arcos fajones, la naves laterales con bóvedas de aristas y con arcos fajones también y en cuanto al nártex se cubre con una bóveda de aristas. Sobre el crucero hacia arriba se sitúa un cimborrio sostenido por trompas , en el ábside cuatro absidiolos al igual que en los brazo del transepto. Tanto ábside como absidiolos están cubiertos por una bóveda de cuarto de esfera.

La nave central contrarresta los empujes de los laterales de los arcos fajones y estos laterales se contrarrestan con muros y contrafuertes.

Y en cuanto a la decoración el románico representa temas de la Biblia, plasmado en los frescos, relieves y en sus esculturas.

El Pórtico de la Gloria



El pórtico de la Gloria consta de tres puertas de acceso cada una de ellas abocinadas. Enmarcadas por arcos de medio punto con sus respectivas arquivoltas, las laterales constan con dos jambas a sus lados y la central con tres jambas. El arco central es el mayor, es decir que su entrada es más amplia que las laterales, por ello consta de un parteluz que sostiene el peso del inmenso arco.

Además es el único que posee tímpano, en el centro de este se puede observar a Cristo en Majestad, mostrando en manos y pies las heridas de crucifixión. Arriba, junto al trono, dos pequeños ángeles echan incienso.

Rodeando a Cristo, el Tetramorfos con las figuras de los cuatro Evangelistas con sus atributos: a la izquierda, San Juan y el águila, arriba, y San Lucas con el buey, debajo; y a la derecha, San Mateo, arriba, y San Marcos y el , león abajo. A los dos lados de los evangelistas, tras San Marcos y San Lucas, aparecen cuatro ángeles a cada lado con los instrumentos de la Pasión de Cristo.

Unos llevan, sin tocarlos directamente, la cruz y la corona de espinas (a la izquierda) y la lanza y los cuatro clavos (a la derecha), otros, la columna en que fue flagelado, la jarra con la que se lavó Poncio Pilato, una caña con una esponja, la vara y un pergamino (en el que unos ven la sentencia de la crucifixión y otros la inscripción con el INRI de la cruz). El tímpano central se corona con una arquivolta en la que aparecen sentados los 24 ancianos del Apocalipsis, en representación de cada una de las 24 clases sacerdotales de antiguo Templo de Jerusalén, portando cada uno un instrumento musical, como preparando un concierto en honor de Dios. En los espacios que unen el arco central con los arcos laterales hay dos ángeles en cada uno, que representan al pueblo judío (el primero de la izquierda) y el pueblo de los gentiles (el primero de la derecha).

La forma en la que el Maestro Mateo representa a Jesucristo rompe con la visión apocalíptica medieval que imperaba hasta entonces. Quiere mostrar un Dios más humano y menos justiciero y lejano, y por eso refleja a Dios con las heridas en manos y pies, y a los ancianos del Testamento que parecen reír y conversar entre ellos.

El parteluz

En el parteluz hay que empezar por la descripción de la figura sedente de Santiago Apóstol, con el bastón de peregrino, como patrón de la basílica. Santiago aparece portando un pergamino. Sobre su cabeza, la columna termina con un capitel en el que se representan las tentaciones de Cristo en tres caras; en la que mira hacia el interior del templo, rezan dos ángeles arrodillados. Al pie del santo, otro capitel con las figuras de la Santísima Trinidad. Bajo el apóstol se representa el árbol de Jessé, nombre que recibe el árbol genealógico de Jesucristo a partir de Jessé, padre del rey David. Esta es la primera vez que se representa en la Península Ibérica este tema en la iconografía religiosa. La columna reposa sobre una base en la que hay una figura con barba recostada sobre el pecho (quizá una imagen de Noé) y dos leones. Durante siglos fue costumbre que los peregrinos que llegaban a Santiago y accedían a la catedral tocaran el pie izquierdo del santo, simbolizando así el final de su camino.

Jambas

En ellas aparecen representadas los Apóstoles (cada uno llevando su elemento; San Pedro - llaves...) y los profetas (aparece Daniel, representado como el más joven riéndose, se cree que de la emperatriz representada en el lado opuesto, por sus enormes senos) todos ellos antiguamente policromados y con el nombre en el libro o pergamino.

Puerta de platerías:



Se edificó entre 1103 y 1117 consta de dos puertas abocinadas con tres jambas a sus lados y hacia arriba un tímpano en cada puerta. Contiene, además de los relieves románicos originales, otros procedentes de una puerta que nunca se llegó a edificar y de la fachada del paraíso.

La fachada de las Platerías debe su nombre a los obradores de plata que existían en el lugar.

En el tímpano de la puerta izquierda aparece Cristo tentado por un grupo de demonios. A la derecha aparece una mujer semidesnuda con una calavera en las manos, que puede ser Eva o la mujer adúltera. En las jambas aparecen San Andrés y Moisés. En el contrafuerte izquierdo, el bíblico rey David sentado en su trono con las piernas cruzadas, traslucidas a través de la fina tela de su ropa y tocando una viola, personifica el triunfo sobre el mal siendo una obra destacada del románico esculpida por el Mestre de Platerías; la creación de Adán y Cristo bendiciendo. Todas estas figuras proceden de la fachada románica norte o del Paraíso y fueron colocadas en esta fachada en el siglo XVIII.

En el tímpano de la puerta derecha aparecen varias escenas de la pasión de Cristo. En una de las jambas aparece la inscripción que conmemora la colocación de la primera piedra. Una imagen, no identificada, sobre un zorro que engulle una liebre y, frente a esta, una mujer mal vestida con un animal en el regazo, proceden de otro lugar. Apoyadas en el muro de la torre de la Berenguela aparecen otras imágenes que representan la creación de Eva, Cristo en un trono y el sacrificio de Isaac.

De las once columnas inferiores de esta fachada, tres son de mármol (la central y las extremas) y el resto de granito. En la central aparecen las figuras de doce profetas y en las laterales los apóstoles.

Dos leones, sobre los que reposa un crismón y una figura desconocida, se apoya sobre la columna central. En un medallón aparece el Padre Eterno (o la Transfiguración), con las manos abiertas y rodeado por dos ángeles que tocan cuernos. En el centro del friso aparece Cristo bendiciendo acompañado del apóstol Santiago y de seis figuras más, las colocadas por Antonio López Ferreiro. También aparecen San Andrés, la Virgen y el Niño y cuatro apóstoles y un ángel. A la derecha de Santiago está San Juan, una escena de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso y otras figuras sueltas, incluido un centauro.

Originariamente había dos torres románicas a ambos lados de esta fachada (solo se conservan los cimientos de una de ellas, sobre la que se levantó la Torre del Reloj) y el tema de la portada era el del Mesías.

Esculturas



En cuanto a las esculturas que se observan en el pórtico de la gloria se puede decir que marcan la transición del Románico al Gótico. Las aportaciones estilísticas que nos permiten hablar de la proximidad al gótico son las siguientes: Representación anatómica correcta y naturalista, de canon estilizado. Los pliegues están más conseguidos, son más voluminosos, menos geométricos y las líneas mas suaves. Los rostros adquieren un cierto poder expresivo, sonríen, dialogan, existe una cierta comunicación. La figura empieza a independizarse del marco arquitectónico, adquiere un volumen que antes no tenía. Los personajes se individualizan, no todos los rostros son iguales, cada uno tiene su personalidad gracias a que la escultura se ha hecho más naturalista. En cambio la Portada de Platerías es románica pura. Se trata de una escultura monumental que está inserta en el propio edificio. La iconografía y su ubicación venían determinadas por la concepción general de la obra. Por lo que la escultura exenta o de bulto redondo, prácticamente, no existe. La escultura, en general, desempeña una función didáctica, transmitiendo en imágenes lo que por escrito solo estaba al alcance de una minoría muy pequeña. A través de ella el pueblo, que en su gran mayoría era analfabeto, se acerca a las verdades de la fe.

San Martin de Frómista



San Martin de Frómista, en Palencia (Castilla y León), se construye por orden de la reina doña Mayor de Navarra, asumiéndose en el las influencias de la Catedral de Jaca. Esta dentro del Camino de Santiago. Pertenece a la arquitectura románica por el empleo del sillar de piedra, el predominio del muro sobre el vano, el uso del arco de medio punto y la bóveda de cañón, la división en naves o la presencia del cimborrio sobre el crucero.                                                                                                       







Presenta una planta de cruz latina dividida en tres naves cubiertas con bóvedas de cañón, rematadas cada una de ellas por un ábside semicircular y separadas entre sí por pilares de sección cruciforme (en los que se adosan columnas que sujetan los arcos formeros y fajones) que dividen el espacio en cinco tramos. La cubierta de la nave central (que es de mayor altura y anchura) se hace a dos aguas, siendo a una sola la de las dos naves laterales. Por otra parte, el último de los tramos (de mayor longitud) actúa como nave de crucero, marcándose exclusivamente en altura, al quedar alineado con los muros exteriores de las naves. Sin embargo, se otorga especial relevancia a su espacio central, rematado por un cimborrio sobre trompas de planta octogonal y cerrado mediante una cúpula semiesférica. Consta de dos puertas de acceso en cada lado mayor del edificio.
 En la planta también se puede apreciar que el edificio tiene dos torres campanario de influencia del arte carolingio. Además podemos observar que las ventanas son abocinadas en doble sentido hacia dentro y hacia afuera.

En cuanto a la decoración, las cubiertas de la iglesia están recubiertas totalmente con tejas y las ventanas con sus respectivas jambas y arquivoltas.
La iglesia está dotada de una abundante decoración escultórica.
Toda ella está recorrida por cornisas con ajedrezado, que descansan en canecillos esculpidos, con distintos motivos: animales, vegetales, humanos, algunos en actitudes que se pueden considerar obscenas.



Tampoco hay que olvidarse del gran número de capiteles decorados que hay en el edificio, tanto en el exterior como en el interior. Los del exterior los encontramos en portadas y ventanas.
 Entre ellos son los del interior los que más destacan, y su decoración va desde lo historiado a lo meramente vegetal y geométrico. Hay que resaltar sobre todo los figurativos, que tienen sus antecedentes en Jaca. En ellos se pueden identificar distintos temas, como la Epifanía o el Pecado original, un grupo de soldados, una boda, personajes montados sobre leones, la fábula de la zorra y el cuervo, junto a figuras de difícil interpretación.
Por último resaltar la presencia de un Crucificado del siglo XIII, presidiendo la Capilla Mayor.